viernes, 25 de enero de 2008

Sin paraguas para tu ausencia

¿Y ahora?
tu presencia se alquiló un olvido
mientras una lluvia de piedras
me tatuaba en la cabeza
la estúpida desesperación

¿qué hago?
en este inverosímil mundo
donde sólo soy el lazarillo
de un perro ciego que busca
las llaves de su propia cucha

¿dónde te encuentro?
si la distancia
no es la medida de esta ciudad
en sus baldosas de cemento

¿por qué ya no sos la marea
la brisa de dedos en mi pelo?

¿por qué no me arrancaste
para llevarme a tu sinsentido?

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