lunes, 1 de diciembre de 2008

Peor el remedio

La noche de mis sienes
se abre sedienta bajo la tormenta
para calmarse de tanto
incierto desierto sediento incendio

Las gotas hacen eco
se acumulan para ahogarme
como la lenta asfixia de esta
desrespiración asmática quejumbre

Las horas se llevan mis supuestos
para que termine de asimilar esta derrota
aunque nadie reclame haberme vencido
aunque las voces de mis manos
sigan con el mismo silencio
y el mismo desvarío sin respuestas

No hay comentarios: