El techo de este encierro
se cae en soleados pedazos
como si a la lluvia la hubieran
expulsado del paraíso
Se siente todo endeble
un golpe bien dado
podría derrumbar las ilusiones
que de vos están sujetas
que de una hebra se unen
a tu voluntaria ausencia
Se viene todo encima
las párpados pesados yacen
para inaugurar el abismo de la noche
y tu silencio más hiriente
Se viene todo abajo
miro sin saber si podré
encontrar la urgente salida
de esta rutina agria
o si debo permitir de una vez
que el aire se vaya
y que el olvido nos cubra
con su última indiferencia.
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