jueves, 3 de abril de 2008

Soneto callados

Te aprisionaré en el murmullo inaudible
me ahogarás las sílabas sombreadas
te arrancaré las vocales no cuerdas
me asfixiarás la lengua promiscua

te apagaré las oraciones sin clero
me arrinconarás las frases mal hechas
te ahorcaré las confesiones de medianoche
me apresarás el habla que nada dice

Sólo entre vos y yo
un enorme vacío que nos desnuda de sonidos
nos convierte en iguales sin distancia

nos prepara para acercarnos aún más
para elegir este milagro sin palabras
para entregarnos mutuamente en silencio

2 comentarios:

Manón dijo...

y sin embargo, no sé por qué,
leo todas estas formas del silencio
y no hacen más que transmitirme ruido,
ruidos de micro-luchas de células agitándose con el roce,
de poros expandidos,
gotas y humores como ríos...
y pensamiento movedizo, conexiones de neuronas,
que se piensan a destajo
mutuamente, sin palabras:
mucho ruido.

Unknown dijo...

manón: ahora que todos duermen y la noche se convierte en selene serena, es el momento de escuchar con los oidos tapados, con los demás sentidos alertas. Aunque ud. ya debe saber que al amparo de las horas medianoches el misterio se revela y se desvela.