Pasa pese a todo

Vos sabés que no nos sobran
los matices para pelearle
un mendrugo de paz
a esta fragmentaria rutina
de clown en el semáforo

y que nos falta siempre
un sofá casi de siesta
un silencio donde colgar
nuestros rincones más sábados

Vos dirás que a las excusas
las cocinamos la semana pasada
que los desperdicios del día
bebidos fueron
en las copas de la luna llena

te diré que siendo optimista
nunca nos esperamos
con los ojos tan abiertos  

Soneto para la que no responde

Desterrado en tu silencio más profundo
sin saber el por qué de esta distancia
es esta oscuridad en que me hundo
de la muerte su constancia 

como un paria cuyo destino
es avanzar sobre tu mudo sendero
prisionero de un camino
lleno de sinpalabras e imperecedero 
  
¿ cuándo harás que la cenizas
que nublan tu garganta
desaparezcan con tus risas ? 
  
¿ cuándo escribirás esas brisas
que como lluvia se decantan
y hagas de este esperar trizas ?

Peor el remedio

La noche de mis sienes
se abre sedienta bajo la tormenta
para calmarse de tanto
incierto desierto sediento incendio

Las gotas hacen eco
se acumulan para ahogarme
como la lenta asfixia de esta
desrespiración asmática quejumbre

Las horas se llevan mis supuestos
para que termine de asimilar esta derrota
aunque nadie reclame haberme vencido
aunque las voces de mis manos
sigan con el mismo silencio
y el mismo desvarío sin respuestas

Con el propósito

Se me da por extrañarte
justo en esta ficción urbana
que alguno nombró Buenos Aires

donde el asfalto crepita
bajo las voces de protesta

donde los manifiestos reclamos
no tienen fecha de vencimiento

Se me da por extrañarte
sobre todo porque llueven infiernos
con soles de horas extras
con bocinazos de leones a nafta
por eso bienvendría el alivio
de tus sonrisas de agua

Se me da por buscarte
como recortar imágenes y pegarlas
al cotidiano insomnio diurno

y terminar creyendo que alguien
me inventó con el sólo propósito
de recordarte

Soneto para una u otra

Siempre fuiste coincidencia y destino
también fatal desencuentro
el umbral para sentirse próximo
y la mirada que ahogaba complicidades

fuiste el cauce onírico palpable
donde fluían las sinrazones palabras
y la niebla de arena en los ojos
para llenarme de vacíos la garganta

eras la virtud que derrumbaba
los mitos de un día perdido
sin mas conjuros que el de tu sonrisa

eras la prisa hacia la agonía
y con la sombra de la última distancia
desgarrabas mis luces en un sin abrazo

Desde que no

Preámbulo de la insanía
este cúmulo de sirenas
taladra el aire de emergencias
con rojas advertencias desesperadas

esta marea deshumana
de rutinarios entremezclados
que pisan el hastío quejumbroso
de horas contadas/ cortadas iguales

Faltan las luces que encendían tus miradas
y opacaban/ apocaban las ajenas presencias
Faltás y lo demás es sinsentido
respirar se vuelve otra débil excusa
para seguir a la deriva inmóvil

Se acabó el sueño en la vigilia
tus expresiones que asfixiaban
el lento mecanismo cotidiano

Se fue la ausencia de avaricia en tus labios
y el agua nocturna que solías derramar
cuando tu voz cantaba lágrimas

Faltás y mis palabras
se quedan sin alma

Soneto para la imprevista

Nada para decirte excepto
vos muchacha imprevista
no podés darte una idea de lo mucho
que el insomnio se parece a una ilusión
cuando los párpados se acuestan
y no queda más que detener un instante
el movimiento de brazos giratorios
y permitir que invadas cada rincón
de la extensa noche imaginada
sólo porque el destino ata
en esta tragedia cotidiana inverosímil
marcando con nudos al cuello excepto
cuando vos imprevista muchacha
me dejás sin nada que decir

Maldita esta suerte

Maldito el viento que arrastra cenizas de ruidos
y el río oscuro de tanta tristeza

maldito el urbano cristal entreabierto
por donde respiro con dificultad
las sombras que otros pisaron
las sobras que nadie quiso

maldita la desnudez de la noche
que se abriga con frágiles silencios
y tu imagen gritándome tantas veces en mis ojos
que no alcanzo a comprender
cuando se detendrá este desvelo
cuando la rutina ceguera volverá otra vez

maldito tu recuerdo inamovible
que no va a dejar de besarme
con el sabor que hiere la despedida
con el dolor que nunca descansa

Soneto café

 Humo de tu fuego hebras
 humo de mi sed negra
 refugio de bares
 e historias dispares sonando
 por nuestras enumeraciones

 historias de borra en el fondo
 historias de cenizas apagadas
 humo de voces que nos degustaron

 historias que nuestros labios enmarcan
 como segmentos de vida
 como instancias pretéritas
 eco de aromas oscuros y dulces
 
 y vos que acortás distancias
 y yo que te doy la bienvenida

Soneto para la generosa

Me dejaste toda tu ausencia
impregnada en las retinas
y como un ciego insomne que sueña
el eterno vacío de la noche
ahogaste en luces mezquinas
nuestra oscuridad más cómplice

me dejaste todo tu silencio
el inmenso espacio sin respuestas
porque de crueldades manifiestas
tenías que inundarme la esperanza

y me dejaste con muchos abismos
porque tu generosidad sin límites
me lleva al borde de la insanía
para que recuerde siempre tu egoísmo

 

Promesas promesas

Te juro 
a partir de este lunes
comienzo a olvidarte

basta de fumarme tus sombras
ese atado de veinte recuerdos
cuyas cenizas nunca se van
basta de beberme tus fragancias
hasta saber que no hay formade
frenar la inconciencia frenesí
y basta de inyectarme tus medianoches
esas llamadas de negros susurros
que aún percibo en el silencio

y prometo que desde el martes
empiezo a recordarte 

Bajasubemarea

Deberé ahogarme en tu río
y luego en otro
y luego en otro
y luego en el cauce
donde lagrimaste las pérdidas
para que te las calmara
junto a los temblores de tus tristezas

y deberé ahogarme en tu río
y luego en otro
y dejar que tus cristales de agua
se rompan estallen
sobre la roca de mi voz
quebrando de paciencia tus sonidos

y deberé ahogarme en tu río
y luego en otro
y permitir que me satures asfixies
con tus pulsos sin control
hasta que te embriague
de este abrazo de silencio

y deberé ahogarme en tu río
y luego en otro
y luego en otro
hasta que sin fuerzas me dejes
en el borde de los que vas a olvidar
en un susurro de playa cerrada
en una marea de borradas huellas

Desintoxicación

Destrocé tu aliento
incrustado en el espejo
con forma de preguntas
que no se evaporaban

Desintegré las escamas de tus noches
ese puñado de insanía desesperante
que solías apuñalarme porque sí
cuando la luna pendular de tus antojos
torturaba a mis ciclos de penumbras

Destruí tus miradas
tatuadas en los aguaceros
y para que no me atraparas con lluvias
incendié todos los desvelos

Derrumbé nostalgias hasta amanecer
entre escombros y olvidos

y para que no volvieras a persistirme
tuve que hacer jirones esta existencia
y tuve que salvarme de mi mismo

Creer u olvidar

¿ Me creerías si te digo
que aún guardo tus gotas manuscritas
hechas un nubarrón hace tiempo
en el pronóstico de mi locura ?

¿ me creerías si te veo
en los espacios que recorrimos
y les sigo dibujando contornos
a los fantasmas de tus huellas ?

¿ me creerías si te confieso
cuando alguien vuelve a pronunciarte
que los asesino como si nada pasara
mientras trago tu corrosivo recuerdo ?

Y si todo ha sido verde césped
desde que cortaste la tormenta
hasta este repentino brote
entonces
¿ me creerías si te miento ?

Soneto para la que persiste

Te escuché en un murmullo
cuando la mañana aún no era
Tu misma voz de ayer
en una brisa que no claudica

¿Cómo mutilo esta sensibilidad
para que tu persistencia onírica
se vuelva sustancia etérea
o endeble hojarasca en vuelo?

¿Qué clase de maldición o sortilegio
hará que se seque la fluidez
de ahogarme en tu fragancia?

¿Por qué el sueño cómplice
me despierta bruscamente buscando
tus rastros en mi boca?

Letargo de soledad

Con varios golpes en el rostro
con un baño glacial de realidad
también puede un certero grito
que a los tímpanos haga temblar

pero que alguien me despierte
y me saque de este malsueño
porque todo es regresarla
a los comunes lugares de siempre

Con la violencia que sea necesaria
con la urgencia que amerita el caso
también sin ningún reproche
si les resulta arrojarme al abismo

pero que alguien me arranque de una vez
de esta sensación de agonía
porque estoy inmóvil y sin respirar
para que ella siga destruyéndome a su antojo

Con vehemencia y sin dudarlo
que alguien me extirpe la demencia
de querer todo el tiempo hibernar

que me diga dónde está la salida
de su ex-presencia
de esta somnolencia tan gris
de este profundo letargo de soledad

Soneto para tu penumbra

No sos más que una sombra
que no asombra hace tiempo
una sombra umbría de recuerdos
una gris helada parcela de desmemoria

No sos más que sobras
una sombría bruma disipándose
una brisa que se quiebra sin esfuerzo
una breve embriaguez que no marea

No sos más que penumbras
una pena de escombros hecha polvo
una brizna de tristeza insostenible

No sos más que una sombra
acechada por las luces que disipan
hasta el último resabio de tu nombre

Soneto para soltarla

Voy a malgastar tu recuerdo
para que no me quedes nada
y te trague la noche entera
en las sombras de sus entrañas

y te derrocharé sin conciencia
en los cuernos de la luna
para que se quemen tus fragancias
hasta evaporarse la gota última

y dilapidaré los sueños recurrentes
los beberé hasta saciarme la nostalgia
o ahogado de insomnios ya te olvide

Voy a desperdiciar el compartido aire
para que despierten sin aliento tus imágenes
Voy a dejar... al fin... que te marches

Soneto callados

Te aprisionaré en el murmullo inaudible
me ahogarás las sílabas sombreadas
te arrancaré las vocales no cuerdas
me asfixiarás la lengua promiscua

te apagaré las oraciones sin clero
me arrinconarás las frases mal hechas
te ahorcaré las confesiones de medianoche
me apresarás el habla que nada dice

Sólo entre vos y yo
un enorme vacío que nos desnuda de sonidos
nos convierte en iguales sin distancia

nos prepara para acercarnos aún más
para elegir este milagro sin palabras
para entregarnos mutuamente en silencio

Mientras el desalojo

Te perdí tanto
que sos distancia

Por eso el tiempo desempapela
los paisajes que construimos
y manipula con precisión
las imágenes que eran nuestras
y de mi percepción hace
un laberinto
mientras duermo para
anesteciarme la tristeza

Te perdí tanto
que sos imperceptible

Por eso las palabras se quedan
colgadas de puentes precipicios
para arrancarme la garganta
y sumirme en esa muerta mudez
de los grisemplomados edificios

Te perdí tanto
que sos sólo la que eras

Por eso el recuerdo te dibuja
de cristales y cenizas
y me inventa distracciones
para que resista los desvelos
y entonces no me duela nunca
esta desesperación malsana
de querer encontrarte donde sea

Soneto para la que huye

Te escapás de la memoria
como si me dieras a probar
los sabores de esta amnesia
la agridulce descompañía

Huís sin mayores contratiempos
asfixiando las sutiles huellas
llevándote las etéreas evidencias
de haber respirado sobre mis poros

Y convertís los instantes pasados
en el disuelto cúmulo
que habrás de tragarte indolente

Y perforás los nocturnos latidos
para que no pueda seguirte
para crucificarme con tu ausencia

Incompartida parcela

Una parcela donde sembraste
deseperanzas y otras manifiestas
sensaciones anestesiadas

una parcela donde construiste
las ruinas casi irreconocibles
para mantenerme aletargado
y no iniciar tu búsqueda

una parcela para desterrar
las imágenes perdidas
cuando la noche es un puñado
de miradas que no duermen
de respiraciones sin compartir

una parcela donde se acumula
lo que ahora son vestigios
de un amor sin preservar

Para cada uno
de los brindados mutuamente
Para cada cuerpo
una parcela

Seguís enlluviándome

Más fragmentos líquidos
se desprenden de las grisemplomadas
gotas de heladas cenizas
que neblinan los ojos
que arenan la garganta
que cercenan los pulsos
que le brinda el aire suficiente
a esta agonía que no descansa

Más recuerdos frágiles
se ausentan sin previo aviso
semillas de agua fría
que el tiempo absorbe
para devolvernos secas respuestas

Más nostalgias embebidas
cayendo interioexteriormente
vidrio fundido que moja
dispersa sus fluídos pluviales
y deja sólo charcos de sombras

Precipitada

Ella trae el milagro
sensaciones bajo la lluvia
para estremecerme la boca
e inundarme de roces precipitados
para atormentar mi resistencia
a sentir que todo es posible

y arrastra a su corriente de impulsos
envuelve con sus vehemencias diáfanas
en un abrir y cerrar de concupiscencias

y abraza con agua impaciente
hasta nublarme los poros los ojos
hasta dejarme de mareas ahogado
respirando hasta saturarme
con toda su dulce humedad

Soneto para la del reencuentro

Me acercaré a tu arroyo murmullo
para escuchar cómo eras
y sorprendernos en las miradas
con nuevos destellos

Abriremos el juego improvisado
de los que aún se reconocen pares
y el tiempo será entre nosostros
cómplice y testigo

Y en un imperceptible momento
arrojaré una piedrita a tu río
para anclarme a tu lecho

un instante bastará para quedarnos
en las impresiones sensoriales
en este recuerdo compartido

Aferrarse

No te permito que me faltes
aferraré a tus recuerdos
los amarraré para este viaje
de naufragios y decepciones

No te dejaré partir
encadenaré tus voces y silencios
para que me duelan de nuevo
tus intentos de escaparte

Cancelaré la libertad
que los compartidos momentos
tienen para marcharse
hacia la desmemoria

Cortaré todo posible aire
y mancharé de oscuridad tu despedida
para no sentir como es debido
y asfixiarme así con las mentiras

Soneto para la perdida

Buscarte es una excusa
para no entregarle al sueño
la ficción de cerrar la noche
con los ojos en derrota

es no asumir el desvarío
de perseguir en la tormenta
la tortura del desencuentro
que borra tu incierta imagen

es gritar tu ausencia
hasta que el viento nuble
con arena la garganta

Buscarte es creer que esta ceguera
se volverá una luz palpable
aunque eso jamás suceda

Reparto de bienes

Te llevaste la inconstancia
de tus tostadas para raspar
dejaste hecha un bollo tus sombras
y las sobras de tu aroma

Te llevaste los dulces precipicios
donde me arrojabas a la medianoche
y abandonaste las ganas de
compartir los acuerdos tácitos
y desordenaste alfabéticamente
los problemas sin resolver

Te llevaste las miradas impregnadas
en los desgastados rincones
y la simple alegría
que venía de festejo
Dejaste atadas las preguntas
que me ladran cada mañana

Te llevaste demasiado
y me dejaste el alma
con el agua hasta el cuello

Soneto para la que atormenta

Absorbo las lluvias de sudeste
(que solías reírme)
para no caer en la compulsión
de mis respiraciones nocturnas

Acumulo tus últimos ecos
para arrancarme de las mañanas
la acidez de los silencios
la ulceración de tu ausencia

Apilo adoceno tus memorias
no sé qué hacer por las tardes
mientras las ambulancias me buscan

Acomodo los estantes instantes
como para que no me tome por sorpresa
ese milagro tuyo de destruirme

Desarraigo

En tu ausencia no hay tranquilidad
no hay paz en este incendio
los árboles de mí se alejan
como una manada hacia las fuentes
que gritan su silencio de agua

En tu desierto no hay refugio
no hay aire suficientemente congelado
buscarte es perseguir
las secas huellas de un río
en sus vaivenes de asfalto

En esta marea anónima contable
no hay forma de descubrir
tu sinceridad de contraprueba
tus icónicas sonrisas
desparramadas en el cristal líquido
tu locura que se manifiesta
en las enredaderas de preguntas
que desbordan y abruman
las sobrias murallas

En esta pesadilla no hay respiro
un desarraigo para las sensaciones
que se mutilan si no perciben
las luces de tu regreso

No hay balsas salvadoras
ni bálsamos de alivio
no hay escapatorias de emergencia
para este simulacro de suicidio

Sin paraguas para tu ausencia

¿Y ahora?
tu presencia se alquiló un olvido
mientras una lluvia de piedras
me tatuaba en la cabeza
la estúpida desesperación

¿qué hago?
en este inverosímil mundo
donde sólo soy el lazarillo
de un perro ciego que busca
las llaves de su propia cucha

¿dónde te encuentro?
si la distancia
no es la medida de esta ciudad
en sus baldosas de cemento

¿por qué ya no sos la marea
la brisa de dedos en mi pelo?

¿por qué no me arrancaste
para llevarme a tu sinsentido?

Soneto para la bienvenida

El silencio cae
deshecho en fragmentos
El aire disuelto en vos provoca
las cadencias que te revelan

El espacio con sonidos suaves
cubre a los aromáticos recuerdos
Tus palabras encienden estrellas
que ninguno de los dos preveía

como si tus miradas cómplices
abrieran el juego de entendernos
y nos asomáramos a este destino

como si este encuentro al azar
nos diera la perfecta excusa
para sonreirnos la bienvenida

Soneto para la que alivia

Petrificado en la angustia bancaria
la asfixia por el acondicionado
se vuelve una fila interminable
para la paciencia en cuentagotas

Los instantes se encierran
y el espacio se consume lento
¿cómo logro sobrevivir ahora
entre murmullos rojos de fastidio?

¿dónde está tu voz de alivio
para los males e incertidumbres
para la pesadilla gris edilicia?

y en este burocrático suplicio
¿dónde encuentro tu clara sencillez
que me salve de este martirio?